Administradora de Fincas mi trabajo
Como administradora de fincas te cuento como empecé y como llegué hasta una empresa/asesoría que se dedica a ayudar a los vecinos para realizar la gestión y administración de una “Comunidad de vecinos”

Mi nombre es Amaia y vivo en Pamplona.

Cuando te preguntan de pequeñita que quieres ser de mayor, yo siempre contestaba: – jugadora de baloncesto. Y mi madre decía: ¿Cómo? Luego fueron pasando los años y fui variando de opinión: veterinaria, doctora, peluquera,…

Mi pobre madre se desesperaba y cuando ya le dije que quería ser como el “encantador de perros” me dijo: ¡Amaia por favor céntrate y estudia algo “con futuro”! Por ejemplo, Derecho, Económicas… – Ay!  Que yo siempre he querido tener una hija “¡Jueza” Mi madre es así, siempre está igual.

Pero al margen de eso, lo cierto es que no tenía nada claro qué quería hacer con mi futuro así que dije: ¡porque no! Venga voy a estudiar Derecho y luego ya veré que hago con mi vida… Acabé la carrera, no diré que sin baches, en seis años. Estuve un par de años pasando de un trabajo a otro (maldita crisis…) hasta que, hace un mes, fui a parar a LARRAZ ASESORES ADMINISTRACIÓN DE FINCAS.

Mi primer día en “LARRAZ ASESORES” fue un 28 de diciembre. Pensé que era una inocentada. Había pasado las entrevistas que el responsable de la empresa me hizo. Me sorprendió su llamada por ser la persona seleccionada teniendo en cuenta que tenía 26 años y no había trabajado nunca en este sector.

Eran las 8:00 de la mañana cuando entre por la puerta. Estaba bastante nerviosa. Me recordaban a los nervios que pase cuando hice el último examen de la carrera de Derecho (menuda fiesta con mis amigos esa noche). Por fin terminaba una fase y se me abría un mundo de oportunidades.

Me presentaron a mis compañeras a las que les dediqué una tímida sonrisa. Una era Anne. Me pareció de primeras muy simpática, me guiñó el ojo en tono cordial. Otra era Aitana, de mi misma edad, muy risueña. Por último estaba Ainhoa,  más seria. Me miró sin decirme nada por encima de sus gafas de pasta negra y al cabo de tres segundos que se me hicieron interminables mi dijo: “Bienvenida, te estábamos esperando con muchas ganas, Ya nos habían dicho que hoy venías”. Uff… que tranquilidad saber que me esperaban con los brazos abiertos

Me llamó mucho la atención que ya a las 8:05 empezó a sonar el teléfono:

«Buenos días, Larraz Asesores dígame” Con una voz tranquila, responde mi compañera Anne que sin problemas, que se lo preparan hoy mismo y que lo envían por mail. Le habían solicitado un certificado de estar al corriente de las cuotas de comunidad. Yo no me atrevía a preguntar ni que era eso  

A mí todo lo que oí ese día a mis nuevas compañeras me sonaba a chino: coeficientes de participación, liquidaciones individuales de saldos, grupos de reparto, Escritura de Declaración de obra nueva, mancomunidades, convocatorias, juntas de constitución, elementos comunitarios de uso exclusivo… “¡¡¡¡¡Pero si es Navidad!!!!! ¿la gente no está de vacaciones?”

Pensé que en donde me había metido… La idea que tenía en mi cabeza de una Administración de Fincas era girar cuatro recibos y mandar a un electricista para cambiar una luz fundida. Hasta para elegir bombillas, se me abrió todo un mundo: led, fluorescentes, cebadores, halógenas, bajo consumo, detectores de presencia, relojes astronómicos, downlight, …

En este Blog te contaré casos y situaciones que se presentan en una Comunidad de vecinos y las correspondientes soluciones y/o alternativas Clic para tuitear

Fui consciente ya en el primer día que me tocaba estar con los cinco sentidos muy despiertos para empaparme de todo lo que iba a aprender y que compartiré en este Blog, sobre el trabajo de una Administración de Fincas, las soluciones que se aportan, el estar cerca de los vecinos, escuchar sus inquietudes y opiniones, entre un largo etcétera de situaciones.

¡Te espero!  
Amaia

Proyecto de Administradora de fincas